Cada vez escucho y/o leo más seguido la frase “datos, no opinión”, como garantía de cierta objetividad. Periodistas, economistas, intelectuales y tanto más ponen el acento en la transmisión de datos en desmedro de cualquier tipo de opinión. Me pregunto por qué de la desvalorización de las opiniones, y si acaso creemos que los datos por sí solos dicen algo.
Quizá estas palabras tengan el único objetivo de reivindicar a la opinión, y por ende reivindicarme a mí mismo. Ya que soy una especie de opinólogo, que habla sobre cualquier tema. Doy mi opinión donde sea sobre fútbol, política, historia, cine y tantos temas más. Lo disfruto. Y a decir verdad, en general no tengo datos. Pero sí me esfuerzo por sostener con argumentos lógicos y coherentes lo que digo. En su mayoría no lo logro, pero me esfuerzo. De hecho todo este blog está armado en base a opiniones y muy pocos datos.
Para pensar estas cuestiones lo primero que se me ocurre es el VAR, o árbitro asistente de video. Sabemos de qué se trata. Se juega el partido de fútbol, un árbitro está en la cancha impartiendo justicia. Y otros, con cámaras de video, que pueden retroceder cuantas veces se les de la gana, informan si algo de lo observado viola las reglas del fútbol. Hasta ahí suena bien, cuántos errores podrían evitarse con sólo mirar el videíto, el cual sería una cosa así como el dato puro. Pero después pasan cosas como en el partido de la selección argentina frente a Paraguay, en la cual un gol de Messi fue anulado ya que un minuto antes, en un rincón muy alejado del arco donde se hace un gol, un argentino había cometido una infracción que se pudo ver gracias a un análisis minucioso de los videos del VAR. Era verdad, el argentino había cometido una infracción en el inicio, lejano, de la jugada. El dato lo corroboraba. Pero me pregunto, ¿ese dato no implicaba la posibilidad de una interpretación? ¿Una opinión que considerara que más allá de las frías reglas de juego, a lo mejor cobrar ese fault desvirtuaba el sentido mismo del fútbol? Otra actuación del VAR le quitó un gol a River en la semifinal de la Copa Libertadores, ya que cobró un fuera de juego. Después de ver varias veces el video, notabas una pequeña parte del cuerpo del delantero en off side. Por ende el dato que llevaba a la invalidación del gol era correcto. Ahora, ¿quién dice que ese jugador estaba buscando sacar tajada de su posición adelantada? Si un video lo tenés que mirar veinte veces para asegurarte del off side, ¿vale cobrar esa infracción?
La pretendida objetividad buscada mediante el VAR cae en saco roto si se piensa que con mirar un video basta. Hay algo de la interpretación necesaria para comprender lo que sucedió allí. De la opinión fundada, con argumentos. El dato puro no dice nada. La interpretación del árbitro es la que dará consistencia al dato observable del video, y si eso es repudiable o no de acuerdo a la interpretación que haga o no de las reglas del fútbol.
Decir datos, no opinión es mostrar la falta cometida y decir ah, fue fault. Pero eso desconoce que alguien debe interpretar ese dato. Contextualizar.
Que alguien haya leído un libro por semana desde el comienzo del año significa que hasta hoy leyó 9 libros. Ese es un dato, no una opinión. Ahora bien, ¿qué interpretación hace de esos libros?, ¿qué le quedó en su cabeza de cada uno?, ¿cuál lo conmovió?, ¿cuál preferiría haber tirado por la ventana? Las respuestas a esas preguntas hacen una opinión. No hay ningún dato ahí, nada objetivo, sin embargo ¿no es acaso la opinión de esos nueve libros lo fundamental, lo más interesante?
Todo fenómeno puede ser analizado desde distintos puntos de vista. ¿Qué variables, por ejemplo, influyen en la constitución de un modelo económico? Seguramente habrá cuestiones sociales, geopolíticas, culturales, de política interna y muchas más. Por lo tanto, para abordarlo se necesitarán especialistas en cada tema: sociólogos, economistas, psicólogos sociales, historiadores, antropólogos, politólogos y tantos más. Cada uno tomará algún dato para explicar el porqué del tal o cual modelo económico. Sin embargo por sí solo ningún especialista podrá entender cabalmente tal fenómeno. En su conjunto, en la combinación de los distintos datos a lo mejor tengan una aproximación. Pero en todo caso, la suma de los elementos tendrá sentido a partir de una interpretación. Habrá un salto cualitativo dado por una opinión.
Interpretación y opinión no son sinónimos. La interpretación es darle sentido a distintos hechos de acuerdo a algún método. Es una especie de traducción. EL psicoanalista pide asociaciones a su paciente a partir del relato del sueño y así interpreta las causas inconscientes de ese contenido onírico. La opinión, en cambio, se acerca más a la idea subjetiva que nos hacemos sobre la realidad. De ese modo pareciera que se puede opinar por opinar, total son posiciones subjetivas y ya. Pero como decíamos anteriormente la opinión más valedera es cuando la fundamentamos y, más allá de los datos, tenemos argumentos para defender una opinión. Creo que esa es la forma de no caer en una opinología fast food del todo vale. Opiná, dale, pero argumentá tus opiniones. Y si tenés que seleccionar datos para sostener tus opiniones, elegí bien.
En tal sentido no puedo dejar de reivindicar a la opinión como lo fundamental para pensar lo que sucede a mí alrededor. No hay datos que por sí solos tengan valor, sino opiniones e interpretaciones. Datos que selecciono y otros que dejo pasar. Pero el sentido estará dado por una opinión. Por eso sostengo que el dato en sí mismo no implica ninguna objetivad. Hay que sincerarse y reconocernos como dadores de opiniones. Opinión, no dato.
Pues sí. Si presentas datos y no tu opinión no haces nada. Además, presentando datos lo que sacas son las opiniones de otras personas y no la tuya. Tampoco hay que dejarse llevar por el oleaje y pensar que debemos opinar como la mayoría de gente. Es importante que cada uno tenga su opinión. Todo desemboca en dinero, estiras y estiras... al final de la tira aparece una frase, "Capitalismo". Y no digo que el capitalismo sea malo o bueno. Bienvenidos a la selva de las opiniones, en la que los datos pueden ser reales o no. Lo único que realmente tiene valor es tu opinión.
ResponderEliminarCoincido contigo plenamente. ¡Qué lindo socializar opiniones! Muchas gracias por el interés en el posteo
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